Ahir vaig participar a Madrid a un acte de suport al Manifest que hem signat tot un seguit de gent, preocupada pel futur d´esquerra unida. És temps de debats i de manifests, previs a la propera Assemblea federal. A mi el que em preocupa, cada vegada més, és s´entengui el que diem, proposam i representam. De res no servirà obrir el projecte si utilitzam llenguatges en clau interna que només entenem entre nosaltres.
Per petició popular, vos penjo la meva intervenció de suport.
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Ayer participé en Madrid en un acto de apoyo al Manifiesto que hemos firmado toda una serie de gente preocupada por el futuro de IU. Es tiempo de debates y de manifiestos, previos a la próxima Asamblea Federal. A mi lo que me preocupa, cada vez más, es que se nos entienda. De nada serviría abrir el proyecto si seguimos utilizando lenguajes en clave interna que sólo nosotr@s entendemos...
Por petición popular, ahí os dejo mi intervención de apoyo al manifiesto.
Intervención de David Abril. Acto de apoyo al Manifiesto "Por un proceso constituyente para una nueva izquierda unida". Hotel Puerta de América, Madrid, 24 de mayo de 2008.
Buenos días a todas y a todos, y un saludo fraterno desde la isla de Mallorca, desde las Islas Baleares, donde a pesar del imaginario de las vacaciones paradisíacas, también hay un “mundo real”, con las tasas más altas de precariedad y temporalidad laboral del país, las diferencias más altas entre salarios entre mujeres y hombres, la tasa más alta de abandono escolar, también de abortos juveniles, … y así podríamos seguir mucho más: la proporción más alta de coches por habitante, los niveles de consumo de drogas… Y si habláramos de corrupción, ya no habría espacio para más en estas palabras.
Por todo eso y más, en Balears hay gente que cree que no sólo otras islas, sino que otro mundo es posible, y necesario… Y son gentes de izquierda, por supuesto, y much@s de ell@s, gentes de izquierda unida.
Y vengo hoy aquí a apoyar la presentación de este manifiesto, que es mucho más que un escrito políticamente correcto, aunque lo políticamente correcto para los poderosos sería que desapareciéramos, o que nos desapareciesen. Por eso este manifiesto es, además de palabras, una suma de voluntades diversas para avisar de que no sólo no pensamos desaparecer, sino que pensamos crecer, y vamos a hacerlo desde la Re-construccción del proyecto político de la izquierda alternativa en el conjunto del Estado.
Lo que estamos apoyando hoy aquí lo hemos aprobado recientemente en Mallorca, en nuestra Asamblea, casi por unanimidad (algo raro entre los de nuestra especie): la apertura de un proceso constituyente de la izquierda alternativa. Y ahí es donde vienen las preguntas.
Primera: un preso constituyente… ¿por qué y para qué? El porqué nos lo señalan los resultados electorales, pero también nuestra dramática situación interna y organizativa, pero sobre todo una mirada necesariamente compleja a nuestro alrededor nos obliga a un debate tranquilo y sereno. De reencuentro con nuestra política, de nuestra política con el mundo, de reencuentro nuestro entre nosotras y nosotros, pero teniendo en cuenta aquella sentencia que tengo colgada en mi despacho, y que reza que “para encontrarse, primero hay que tener la capacidad de perderse”.
Reconstituirnos, ¿para qué? Pues para trascendernos. Si no somos capaceas de trascendernos en este proceso, corremos el riesgo de asumir nuestra actual debilidad con nuestra razón de ser y de estar permanente, y eso, francamente, no es nada sano.
Y otra pregunta, que seguro que marcará también los debates preasamblearios: ¿cómo tiene que ser esa nueva izquierda unida? Pues en mi opinión:
Primero, tenemos que dejar de ser la izquierda de la intuición (que nos permite sobrevivir), para pasar a ser la izquierda pertinente; pasar del olfato político (que tampoco hay que perder), al proyecto político… Porque como diría Paulo Freire, “el mundo no es, el mundo está siendo”, y hay que construir respuestas y propuestas frente a lo global y lo concreto, en cada momento. Y para eso hace falta un proyecto político bien articulado, que hoy no tenemos.
Segundo, esa izquierda no sólo tiene que estar unida, sino que debe tener una vocación profundamente unitaria, con las otras izquierdas, izquierdas políticas y sociales, en los territorios, ante las problemáticas y las luchas temáticas… Porque como nos recordaban de pequeños en La Bola de Cristal, “solo, no puedes; con amigos, sí”.
Tiene que ser también una izquierda pedagógica, que frente a las incertidumbres globales y los discursos del miedo dominantes hoy en Europa, el miedo a la crisis económica, el miego a la inmigración, frente a ese miedo, ofrezca sentido, sentido a las cosas sencillas y a las complejas (que hoy en día son las más, yo diría que casi todas). En eso consiste la política en mayúsculas. Una izquierda capaz de ser referente no sólo político, sino cultural, de lo alternativo en los diferentes espacios de la sociedad.
Y ante todo, debe ser una izquierda útil, una izquierda que se moje, una fuerza de lucha y de gobierno como era el psuc, en un camino por supuesto no exento de contradicciones, pero que desde nuestra experiencia en Balears puedo afirmar que nos hace crecer, madurar, pero sobre todo nos permite tener incidencia política, que por cierto, para eso nos presentamos a las elecciones.
Y ya acabando, por si a alguien le han quedado dudas de qué es eso que hay que instituir, o constituir, voy a recordar que debemos seguir estando del lado de los oprimidos. Y a propósito de los mismos, voy a acabar con unas palabras de Augusto Boal, precursor del teatro del oprimido, del teatro como arma de liberación, quien afirma que “si un oprimido no dispone de un espacio, aunque sea imaginario, en el que poder transgredir, siempre será un oprimido”. La nueva izquierda unida tiene que ser un espacio de transgresión, empezando por nosotros mismos.
Gracias, salud y socialismo.